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Érase una vez… una periodista leonesa afincada en Boadilla

Entre tú y yo: me planteé muy seriamente titular esta entrada así: “Hasta el moño”. Pero todos sabemos que al señor Google le gustan los titulares más descriptivos y finalmente opté por la segunda opción: Érase una vez… una periodista leonesa afincada en Boadilla.

 

Y es que esa fue la sensación que tuve un día: la de estar hasta el moño de grandes empresas y “compañeros” del sector que llaman a las puertas de los pequeños negocios y se aprovechan del desconocimiento sobre el mundo digital para vender sus servicios y productos.

 

Primero un poco de historia…

 

Te pongo en antecedentes. Llevo más de diez años trabajando en el negocio familiar, un centro infantil en León, gestionando la comunicación digital. Ahora lo hago de forma íntegra y activa, pero no siempre fue así. Al principio, yo trabajaba en una revista y solo realizaba algunas tareas. El resto, las delegábamos en empresas externas del sector. 

 

Así fue cómo me crucé con una agencia de SEO que cobraba más de 300€ al mes y que nunca tocó la parte interna de la web, ni presentó ningún informe detallado de resultados. 

 

También me topé con un “experto” que venía a vender un servicio integral de marketing digital al que le cambió la cara completamente cuando le dijimos que no hablaría con mi hermana (educadora), sino conmigo (que trabajaba en el sector). 

 

Por no mencionar los contratos y servicios postventas que me he encontrado con algunas amigas y compañeras. Muchos de los cuales vendían servicios que obligaban a seguir contratando más servicios para mantenerse actualizados o poder tener un trabajo completo adecuado.

 

¿La conclusión? Terminé hasta el moño. 

 

Llegó el turno de las confesiones: me encanta la comunicación digital.

 

Antes de continuar, dejemos claro una cosa: NO TODO EL SECTOR ES MALO. Creo que hay compañeras y agencias increíbles que realizan un excelente trabajo y a las que admiro desde hace años. 

 

Porque sí, el mundo del marketing y la comunicación digital puede ser maravilloso. Solo es cuestión de encontrar al profesional adecuado.

 

Y así fue como nació la primera “pata” de Cuenta tu historia, un servicio de consultoría personal en el que apoyar a educadoras y emprendedoras a llevar su propia comunicación digital y a hacer las preguntas adecuadas a la hora de contratar a profesionales del marketing. Un servicio 100% personalizado y adaptado a cada negocio. 

 

Un espacio seguro en el que preguntar sin miedo y entender los secretos del mundo del marketing.

Más confesiones: me encanta escribir.

 

Tanto o más que enseñar los entresijos de la comunicación digital. De ahí la segunda pata de Cuenta tu historia, un servicio de redacción para aquellas emprendedoras que no tienen tiempo (o no les apetece) crear sus textos.

 

Bien porque necesitan actualizar su web, encontrar su propia voz o gestionar el blog de su centro o empresa de forma constante o estable. 

 

Y con una promesa: nadie notará que sus textos no están escritos desde dentro. Será nuestro secreto. 

 

La confesión más reciente: me encantan las formaciones presenciales

 

Y gran culpa de ello la tiene la pandemia. No nos vamos a mentir. Hasta ese fatídico marzo de 2020, me encantaba el teletrabajo y escribir desde casa. En la comodidad del chándal y el sofá. Pero hasta entonces había sido mi elección. Y no era consciente de lo mucho que echaba de menos trabajar mano a mano con las personas. 

 

Tras volver a la normalidad, descubrí que ponerme frente a un auditorio para desengranar los mismos secretos de la comunicación y el marketing que desvelo en mis consultorías personales, me apasionaba y me completaba.

 

¿Ya lo sabes, verdad? Así nació la tercera “pata” de Cuenta tu historia. Un servicio de formaciones presenciales adaptadas y personalizadas a tu colectivo o institución. 

 

Ahora es tu turno. Si has llegado aquí, es que algo dentro de ti también te tiene hasta el moño. Déjame que te eche una mano. Juntas nos liaremos la manta a la cabeza.